Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
De vivencia pura
Blog de guidor88
15 de Agosto, 2010 · General

Catalizando

Normal 0 21 false false false ES-AR X-NONE X-NONE

            Mirarte a los ojos fue quizás mi primer error. Te sonreí con la mirada y vos tal vez por un simple acto-reflejo me devolviste una sonrisa tan brillante que hasta a astrólogos podrías haber hecho dudar de su profesión. Fueron segundos o ni siquiera eso, pero como aquella imagen de un pequeño hombre derrotando, humillando a todo un pueblo luego de que siete de ellos no puedan derribarlo, se me quedó grabado en un disco rígido imposible de formatear. Como cosas de la vida podrían minimizarlo algunos. Sucesiones de hechos uno tras otro por relaciones infinitas de causa-consecuencia. Pero esa sonrisa era distinta. No podía entrar en la simple generalización en que recaen vanos e insulsos actos. Como para enmarcarla, mirá lo que te digo. Y ahora no hay vuelta atrás, claro. Lo ignorado se cruzó en el camino de mis pupilas y sabiendo que existía ya no podría dormir más. Siempre me pregunté si estas cosas cautivarían a otros ojos también. En realidad no lo dudo pero querría saber si el efecto siempre es el mismo.

            Observarte con tanto detenimiento me hizo caer en la cuenta de que tu soporte, la mano que a palma abierta sostiene la obra de arte más bella jamás pintada, genera lo que muchos creerían imposible: darte un aire aún más encantador que el que a todos lados te acompaña. Desparramando dulzura a paso firme con una suavidad color celeste caminás tus días sin darte por enterada que iluminás los caminos que otros después van a andar y seguro van a saber que pasaste por ahí. Si mi primer error fue mirarte a los ojos, el segundo fue hacerlo de nuevo. Si fue para confirmar la ilusión que había creído ver lo logré, si fue simplemente por placer también mi cometido estaba cumplido. Con tan solo un cuarto de tu belleza creo que alcanzaría hasta para que mis viejos se vuelvan a juntar y quizás en un atropello de tu angelical imagen hasta se volverían a querer. Y todo simplemente por tu eterna mirada y tu andar.

Te levantaste y supe que era ahí o nunca. Yo todavía no había pagado, mi cuaderno seguía abierto y confieso que siempre odié dejar ideas a medio terminar. Así como comienzo con la escritura pretendo terminarla en ese mismo momento, sin previamente haber cerrado el cuaderno. Ésta era una situación especial de todos modos, pero entre mi titubeo y la poca convicción que caracterizan y caracterizaron mis 25 años de existencia logré contemplar tu acto de salida hasta en su más mínimo detalle. Corriste la silla y sabías que muchos te estábamos admirando, sin embargo como un girasol en la noche no dejaste de mirar hacia abajo ignorando todo lo que te rodeaba, sean estrellas o nubes. Tomaste tu abrigo y en un solo movimiento le agradeciste y saludaste al mozo y vi cómo desparecías por la puerta. No sé si fue por lo anonadado que estaba pero hoy en día sigo jurando que el tiempo se frenó durante tan divino acto como lo fue tu andar. Los autos dejaron de correr, la gente de caminar y nadie se percató que todas las luces del mundo estaban apagadas, que tu brillo iluminaba hasta los rincones más oscuros.

            Con los ojos todavía algo entrecerrados y sin tener la certeza de estar verdaderamente despierto apreté el primer botón que encontré en mi desesperada búsqueda por cortar el sonido del celular. Nunca me fue de lo más grato levantarme tan temprano un lunes pero siempre fui consciente de las obligaciones asumidas. Los 20 minutos más tarde que había programado el despertador la noche anterior fueron un vano intento por apaciguar mi cansancio, que se vio secundado en la búsqueda de mi mal humor por la infaltable suciedad de mi cocina: ni una sola cucharita que no repose en la pileta y las seis tazas – obviamente todas utilizadas por el bebedor de café empedernido de ese hogar – con el agua marrón clara de aspecto sucio hasta el tope. Al ver esa imagen nadie me hubiese creído que hacía meses nadie me visitaba. Con la valentía que me caracteriza emprendí mi enfrentamiento contra la vajilla y aquellos bichos pequeños que de a poco me iban ganando el departamento.

            El infaltable cigarrillo de camino al trabajo tiñó de melancolía esa mañana de pisos marrones y amarillos crujientes de otoño. Nada nuevo. La depresión aparece y desaparece a piacere en mi vida, no siempre otorgando excusas válidass para su llegada y posterior estadía. Difícil fue o hubiese sido no sorprenderme ante tan caótico escenario encontrado en la oficina a esos horarios propios de quienes merecen dos feriados por el día del trabajador. 7 de la mañana y la vieja Marnídez ya encontraba razones para subir el volumen con el siempre derivador de responsabilidades Garnier. Por supuesto. El primero que cruzara por los cuatro ojos expectantes sería quien sufra las consecuencias. Con el poco humor que me quedaba miré sarcástico la fecha para continuar mi larga e infructífera lucha contra las creencias religiosas y el escepticismo: no es martes 13; punto para mí.

            Las 4 de la tarde se hicieron esperar como nunca antes pero lograron mi momento de felicidad mayor: el período más largo hasta volver a ese escritorio al día siguiente. Cuando me voy recuerdo siempre por qué sigo ahí. Las diez cuadras hasta mi casa no son rival digno para mis ganas de caminar y en Villa Urquiza a esa hora no circula demasiada gente. El caos escolar se ve venir y ya son varios los vehículos estacionados en doble fila que entorpecen el tránsito pero las bocinas no llegan a producir ni la mitad de los ensordecedores ruidos del Microcentro. Escuela Nacional Nº9. Siempre que paso por su puerta me inunda la angustia por esos niños. La formación cada vez es peor y en la casa no creo que ayuden mucho; me atrevería a decir que esos pibes de la puerta acortándose la vida con alquitrán no llegan a los 14 años. A los 17 fumé mi primer cigarrillo entre ansiedades, nervios y tristezas: el mismo día que se separaron. Por eso al transitar esas calles no puedo dejar de darme aires de sociólogo y concluir que debido a la cada vez más temprana separación de los padres, las empresas tabacaleras ganan la batalla en una edad menor. A los 17 se separaron pero siempre me atormentó el sentimiento de que desde mis 11 más o menos ya no se toleraban pero siguieron por mi bien, o al menos creyendo eso.

            Abrí la puerta del departamento abstraído y sólo mis concubinos corriendo en todas direcciones en busca de refugio en la cocina lograron hacerme aterrizar nuevamente en el mundo real. Pro primera vez luego de meses de convivencia me quitaron las ganas de permanecer ahí y tomar mi café diario frente a la ventana. Principio de mes, eso me habilita a mimarme fuera de casa también; no me cambié y emprendí camino hacia la confitería no sin antes prender un cigarrillo. Algunas cuadras tuve que caminar. Aquellas confiterías en esquinas de avenidas no eran mi estilo; todo muy iluminado, brilloso y con el aspecto moderno que lo invita a uno a irse apenas llegó. A mitad de cuadra cruzando Colodrero encontré un sucucho que parecía no haberse enterado de las privatizaciones salvajes, la globalización y todo lo que conllevó para la Argentina que durante la década del 90 podamos viajar todos a Miami y ser cool. Las ocupadas ventanas me obligaron a investigar un poco más de ese lugar con la iluminación justa para poder escribir un nuevo cuento en mi obsesión. Siempre me pareció de lo más relajante y placentero la escritura pero me conduce a la autoexigencia personal de no dejar las ideas inconclusas: lo que empiezo a escribir cuando pido el cortado en jarrito con una medialuna, lo finalizo antes de pedir la cuenta para ya tener el cuaderno cerrado y el cuento terminado.

            Si habrá sido porque desgraciadamente – o afortunadamente – no tenía azúcar en mi mesa o, porque sentí que una luza no artificial iluminaba lo que en un principio catalogué como una cueva, no lo sé pero justo en ese instante en que corrió una brisa suave arrastrando las pocas hojas que le quedaban al árbol de afuera te vi. Mirabas por la ventana como quien espera la lluvia para irse a dormir, una espera placentera y atenta pero en abstracción. Te vi y no pude dejar de mirarte. Indefectiblemente debí abandonar mi escritura porque ésta no era una mera distracción; era lo que todavía en mis días sigo pensando como la mujer más hermosa del mundo. De una belleza espléndida, radiante pero una sencillez digna de quien no es consciente lo que genera en su entorno. Nada de eso, la humildad se reflejaba en tu rostro, así como en el mio debía ser evidente la falta de palabras para definir las sensaciones que me acosaban. Mi taza se fue vaciando pero siempre con mi mirada absorta en vos hasta ese momento en que las palabras dejaron de faltarme; las palabras comenzaron a sobrar, caían en cantidades, de una manera que hasta quizás parecían carecer de valor a pesar del sentimiento que acarreaban. Millones de líneas pude escribir sobre ese momento, ese punto de inflexión en que nuestras pupilas se cruzaron. Mirarte a los ojos fue quizás mi primer error. Te sonreí con la mirada y vos tal vez por un simple acto-reflejo me devolviste una sonrisa tan brillante que hasta a astrólogos podrías haber hecho dudar de su profesión.

 

Palabras claves , , , , ,
publicado por guidor88 a las 19:31 · 2 Comentarios  ·  Recomendar
 
Más sobre este tema ·  Participar
Comentarios (2) ·  Enviar comentario
Sabés que es el que más me gusta. Sacando que sea totalmente tierno, me gusta muchísimo el toque de crítica a cosas reales, como el problema de los pibes jóvenes que empiezan a fumar por la separación de sus padres, o marcar quizás el tiempo de las privatizaciones. Me encantó.

Igual, esa piba del cuento te tiene como loco, no? =)
publicado por AGus, el 15.08.2010 21:32
"Con la valentía que me caracteriza emprendí mi enfrentamiento contra la vajilla y aquellos bichos pequeños que de a poco me iban ganando el departamento" buenisimo
publicado por piremostodosjuntos.blogspot.com, el 21.08.2010 15:49
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>,
<li>· Lista</li>
Sobre mí
FOTO

Guido Rubin

Escritura

» Ver perfil

Calendario
Ver mes anterior Abril 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930
Buscador
Blog   Web
Tópicos
» General (25)
Nube de tags  [?]
Secciones
» Inicio
Enlaces
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad